¡Dios te ve!
¡Vivimos en la presencia de Dios! ¿Te acuerdas de eso? Es la gran enseñanza que el niño Eduardo nos transmitirá hoy. Dios siempre recompensa aquellos que son honestos, los que tienen un alma recta. Entonces comencemos el viaje a un castillo abadia en Viena…