La Iglesia Perseguida
La mayoría de los católicos ha escuchado hablar de los mártires del inicio del cristianismo, pero muy pocos son los que han profundizado en el heroísmo sin par de aquellos primeros seguidores de Cristo. Al conocer ahora los detalles de su magna epopeya, usted podrá comprender mejor la sublimidad de la santa Fe que profesamos.
Uno de los aspectos más destacados e ignorados es el ansia que tenían los primeros cristianos de morir por la Fe en que fueron bautizados. Ellos pensaban de una manera muy simple pero profunda: «Si Jesús murió por mí, yo debo morir por Él». Así, el amor se paga con amor.
Los mártires despreciaron el dolor, la tortura y hasta de la misma muerte. Esta actitud sobrehumana, muchas veces en débiles niños, sólo se comprende por una acción del Espíritu Santo, no hay otra explicación que se le pueda dar a aquellos tres siglos de heroísmo inédito.
Acompáñeme a recorrer la vía heroica de nuestros hermanos mayores en la Fe: gracias a sus méritos la Iglesia se afirmó y creció en número y en santidad. Nosotros, los católicos de hoy, somos los herederos de aquellas gracias conquistadas.
P. Roberto Merizalde
El P. Roberto José Merizalde es Doctor en Filosofía por la Pontificia Universidad Salesiana de Roma. Desempeña el cargo de Coordinador de estudios del Instituto Filosófico Aristotélico-Tomista, en São Paulo (Brasil), afiliado a la Pontificia Universidad Salesiana, de Roma. Cuenta con cerca de medio centenar de artículos académicos y ha sido coordinador de diez libros en esa área.
P. Roberto Merizalde
El P. Roberto José Merizalde es Doctor en Filosofía por la Pontificia Universidad Salesiana de Roma. Desempeña el cargo de Coordinador de estudios del Instituto Filosófico Aristotélico-Tomista, en São Paulo (Brasil), afiliado a la Pontificia Universidad Salesiana, de Roma. Cuenta con cerca de medio centenar de artículos académicos y ha sido coordinador de diez libros en esa área.