Dios existe

 Imagine una situación trágica… crisis económica, problemas graves de salud, dificultades sociales. ¿Cómo mantener la calma y la serenidad? ¿Cómo superar esa situación?

¿La fe se opone a la razón y a la ciencia? ¿El hombre tiene que pisar su razón para aceptar las verdades de la fe? Quizá nos han hecho creer que sí, pero realmente es totalmente lo contrario.

Analizando con atención el universo, constatamos que hay muchos factores que parecen haber sido finamente calibrados para que todo funcione… ¿Quién lo hizo?

Muchas veces nos dirán que los seres vivos complejos llegaron a ser lo que son a través de pequeños cambios, siempre perfeccionándose; lo que no sirve, se descarta, lo que funciona, sobrevive.

Es obvio que el universo que nos rodea es complejo. Además, es bastante ordenado. Que la complejidad venga del azar, podríamos aceptarlo; pero una complejidad ordenada requiere un Ser que lo haya establecido así.

¿Quién no queda extasiado contemplando un bello paisaje, un atardecer o una bonita rosa? La belleza eleva el alma del hombre hacia algo superior. De belleza en belleza, podemos llegar a la Belleza creadora de todas las bellezas.

Si nos desplazamos en un automóvil y vemos delante un semáforo en rojo, sabemos que debemos detenernos, pues aquel color significa un mandato: “Detenerse”, y el mandato implica que alguien manda.

¿Un Dios bueno y todopoderoso no puede hacer que desaparezca el mal? Ésta es una de las objeciones más complicadas que hay contra la existencia de Dios.

Hemos aprendido cómo podemos conocer que Dios existe por un esfuerzo de la razón, pero para conocerlo con mayor profundidad, ¡precisamos el don de la Fe!